Un día, me encontré con Carmen Martín Gaite, que iba cantando por las calles de Nueva York con Caperucita y la señora Miss Lunatic, la maga de la libertad.
“Miranfú” me susurró al oído. Era una palabra mágica que sólo ella conocía porque Carmiña – que así la llamaban quienes la querían – se inventaba palabras y también otras cosas, como la Isla de Bergai, un sitio donde puedes ir con solo cerrar los ojos cuando sientas que no te quieren mucho o que no te entienden muy bien.
Desde aquel día, voy de la mano de las palabras. Con ellas, el mundo es más grande y más divertido. Si quieres, puedes venir con nosotras a descubrir el Reino de la Libertad. Sólo hay una condición: que no tengas miedo a la aventura.
Texto: Luisa Antolín Villota
Ilustraciones:Juan Manuel Santomé Calleja
Traducción inglés: Janet Hill
2 comentarios:
¡Me encanta!
Gracias por este link, por llevarme a esos tres libros. Me encantaría que los peques de mi casa ya pudieran hablar de Carmiña (la llamo así porque, aunque no llegué a conocerla, también me incluyo entre los que la quieren).
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