I.
Revista

sábado, 8 de agosto de 2009

Introducir a un país seco en arrozales literarios

No reproduciré aquí el texto objeto de mi comentario porque creo que no merece la pena. Desprestigiar un libro para ensalzar otro no sólo no me parece correcto, sino además poco adecuado. Llamar "francotirador" a una traductora como Martín Gaite revela el desconocimiento absoluto de su labor como tal por parte de quien la descalifica. Sólo precisaré alguna cuestión que me preocuparé de argumentar con ejemplos en cuanto, después de mis vacaciones, vuelva a tener los libros en cuestión ante mí. Me refiero a Viaje hacia el amor y otros poemas, de William Charles Williams, que desde 1981 no había sido traducido al castellano hasta hace poco y que ahora parecen proliferar traducciones infinitamente mejores a la citada en Trieste de Carmiña. Suele ocurrir que cuando algún trabajo está hecho se supera. Yo simplemente me pregunto por qué el que lo supera no lo ha hecho antes, no sé, quizá porque no había nacido aún. Bueno, el caso es que CMG y su generación han introducido a este país inerte (no quiero parecerme a Larra) en un humus literario que los traductores de época no sospechaban o no conocían. No sé cómo hubiésemos leído a Svevo, Levi, Ginzburg, Williams, Alfau, Capote, Dos Passos y otros muchos si no fuera por los del mediosiglo. Continuará...

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