I.
Revista

martes, 18 de enero de 2011

La Salamanca literaria en ocho paradas

De papel o de carne y hueso. Salamanca ha dado a luz personajes y rincones literarios de toda condición. Desde Carmen Martín Gaite, que nació en la ciudad castellano-leonesa y siempre volvía al café Novelty, al huerto de Calixto y Melibea, la casa de Miguel de Unamuno o el puente del Lazarillo. Ocho paradas literarias con denominación de origen charra.

La boina de Martín Gaite

Su padre era de Valladolid, pero su madre de Salamanca, por lo que sus primeros años los pasó en esta última, donde no fue al colegio porque su progenitor renegaba de los centros religiosos. Y poco más había para elegir... Sí fue a un instituto femenino, cuya experiencia relató a conciencia en su novela Entre visillos, que plasmaba los sueños de un grupo de adolescentes en una ciudad provinciana. También pisó la Universidad local, donde conoció a Ignacio Aldecoa, al que una madrugada cualquiera trajo a su ciudad para enseñarle su amanacer. Lo hizo junto a Ana María Matute, Rafael Sánchez Ferlosio, Rafael Azcona... Desde 2000, año en que murió la escritora, una original escultura en la que su cuerpo adopta forma de libro está plantada en la céntrica plaza de los Bandos. No le falta, por supuesto, su característica boina calada. Aquí había nacido 75 años antes.

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