I.
Revista

martes, 23 de febrero de 2021

De salmantina a salmantina: Mariela Artiles sigue la huella de Carmen Martín Gaite

El jueves 25 de febrero se estrena La Reina de las Nieves en la Sala Azcona de Cineteca Madrid a las 19.00h

El documental se emite en el programa Imprescindibles de TVE 2 el domingo 28 de febrero a las 21.30h


Con apenas 18 años, Mariela Artiles abandonó su Salamanca natal rumbo a Inglaterra, donde se licenció en Diseño de las Artes Audiovisuales por la Universidad de Lancashire Central. Allí residió durante más de dos décadas, y fue allí, a miles de kilómetros de distancia, donde descubrió el universo personal de una paisana suya muy especial: Carmen Martín Gaite.

Años después, aquel descubrimiento está apunto de fructificar en el documental ‘La reina de las nieves’, que Artiles comenzó a rodar a principios de diciembre en Salamanca.

«Es un documental complicado porque la vida de Carmen Martín Gaite tiene muchos recovecos. Con el material que hemos recogido por el momento es muy difícil saber por dónde nos va a llevar su historia. Tenemos un guion previo, pero por otro lado también tenemos una realidad que probablemente nos conducirá por otro lugar», señala.

Entre las entrevistas que ya han realizado o que tienen previsto recoger, figuran el editor Jorge Herralde, el cantautor Amancio Prada, el escritor Marcos Giralt Torrente y su madre Marisa Torrente Malvido (hija de Gonzalo Torrente Ballester), las actrices Concha Velasco y Charo López, o expertos sobre su obra como Raúl Cremades, Emma Martinell y David González Couso, entre otros.

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Artiles subraya que Martín Gaite fue un ejemplo de «mujer empoderada, adelantada a su tiempo», capaz de desarrollar un «pensamiento propio» y ejercer la «libertad». Además, reivindica la «vigencia» del discurso narrativo de la «polifacética» autora, y adelanta que en la película, será su propia obra la que ayude a desvelar al espectador quién era en realidad Carmen Martín Gaite.

Se trata de la primera vez que ella colaborará con Chema de la Peña, a quien conoció hace tres lustros bien lejos de la tierra natal de ambos. Fue mientras ella ejercía como programadora de ‘¡Viva!’, el Festival de Cine Español y Latinoamericano de Manchester, y seleccionó ‘Sud express’, codirigida por el propio De la Peña y por Gabriel Velázquez. «Fue entonces cuando trabamos una amistad de colegas que se dedican a lo mismo», recuerda.

FUENTE

jueves, 23 de julio de 2020

Que veinte años no es nada

Echando la vista atrás, los años transcurridos habitan una suerte de costurero en que, junto a los hilos y agujas que servirán para enhebrarlos, puede hallarse algún recuerdo aislado o alguna retahíla de vivencias alojadas en el mismo cuarto de atrás donde realizamos esa labor. Nadie que haya leído a Carmen Martín Gaite puede pasar por alto la imagen de la literatura como oficio que entusiasma tanto a quien lo practica como a quien lo recibe. Ninguna costurera confecciona una prenda de vestir para guardarla en un armario, al igual que ningún sastre arregla traje alguno sin que su objetivo último sea que alguien pueda lucirlo y le siente bien. No es casualidad que compartan procedencia léxica texto y tejido.

martes, 3 de octubre de 2017

El legado de Carmen Martín Gaite se digitaliza y se hace universal

A través del sitio virtual www.archivomartingaite.es, localizado dentro del Centro Virtual de Recursos del Español, en conexión con la Biblioteca Digital de Castilla y León, investigadores y estudiosos tendrán acceso a un legado que, en palabras de la consejera, es una parte importante del patrimonio cultural de Castilla y León y de España, ya que, «junto al conocimiento de la propia escritora, permite acceder a un testimonio de primera mano para entender también el devenir de la historia cultural y literaria española en la segunda mitad del siglo XX».


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viernes, 18 de agosto de 2017

Remedio al porvenir

No es fácil asumir que los autores vivos a los que hemos admirado desde muy jóvenes -como esa otra parte de la familia que hemos ido creando a nuestro antojo o al capricho del destino, que así es como siempre aparecen los descubrimientos y los hallazgos que merecen la pena- vayan desapareciendo. Es ley de vida y todo eso que suele decirse para consolarnos, pero a uno siempre le queda la agria y desagradable sensación de que muchas obras han quedado truncadas por la dichosa muerte. Por lo inesperado o lo traicionero de esas muertes, ya nunca podremos disfrutar de esas palabras y esas historias que nunca llegaron a ser concluidas. Sólo anotadas con mimo o con premura en un cuaderno de rayas o de cuadritos. Recuerdo estos días, cuando se cumplen diecisiete años de su desaparición, a Carmen Martín Gaite. En realidad, la recuerdo muy a menudo porque siempre vuelvo a sus novelas, a sus ensayos, a sus relatos, a sus poemas. A rachas, como ella misma diría refiriéndose a su poesía. Sus libros siempre están ahí, al alcance de la mano, desperdigados entre el mueble de la entrada, la mesita de noche y las estanterías del estudio. Siempre hay un orden dentro del aparente desorden de mis libros. Un orden, perdido en el desorden, que, como muchos de los párrafos de esos libros, me sé de memoria. Su obra -tan amplia, tan variada, tan compleja- resiste perfectamente el paso del tiempo. La búsqueda del interlocutor, los fragmentos de interior, las nubosidades variables que nos acechan, lo extraño que sigue siendo vivir, la necesidad de irse (y de volver, posteriormente) de casa… Lo real y lo soñado. Nueva York, Madrid o alguno de esos pueblos castellanos donde siempre regresaban algunos de sus protagonistas (hombres y mujeres). El día, con su luz o su cielo encapotado y lleno de nubarrones (metáforas ambas de los propios sentimientos y estados de ánimo). Y la noche, con sus fantasmas o la manera de ahuyentarlos. Carmen, sí, continúa estando muy presente en esta casa. Sus palabras, sus divagaciones, sus retahílas… Todo eso que concentró en esos “Cuadernos de todo” que aparecieron tras su muerte. El ansia por escribir, por dejar de fumar, por aniquilar los malos momentos… Y la felicidad por encontrar la palabra adecuada, por el humo de un cigarrillo (uno solo) fumado como recompensa después de la contención, por un encuentro inesperado, por una charla compartida… Sí, todo eso. Y los sueños, siempre recurrentes, donde la madre o el padre, ya fallecidos, hacen su aparición. Esos sueños que reflejan esa máxima popular que dice que nadie se muere del todo mientras otro lo recuerde. Es fácil comprobarlo no sólo pensando en algunos miembros de nuestra propia familia, sino leyendo y releyendo a Carmen. Como presente está la manera de luchar contra la fragilidad o la impotencia o como quiera llamarse cuando un ser tan querido como una hija desaparece. Cuando la vida se vuelve del revés y muestra su lado más feroz y absurdo. En su caso, tras esa tragedia, la de la muerte de su única hija, escribió una de sus novelas más luminosas, “Caperucita en Manhattan”, escapando así de toda connotación triste o dramática. Dejando volar la imaginación por los cielos neoyorquinos. Esos mismos que aparecen en “De su ventana a la mía”, uno de los textos más hermosos que Carmen Martín Gaite creó recordando a su madre, soñando y escribiendo.
Alguna vez le escuché decir a Álvaro Pombo que cuando ambos se ponían demasiado melancólicos o la vida les pesaba demasiado, que hay mañanas y tardes y noches para todo, se reunían en una de las casas, hacían una tortilla de patatas y se bebían una botella de vino. No encontraban mejor remedio para rehuir el peso de esa jornada y continuar esperando al porvenir con la mejor cara posible. Y en realidad, para qué engañarnos, no lo hay.
Ovidio Parades es escritor

miércoles, 22 de febrero de 2017

Primer Premio Internacional de Cuentos Carmen Martín Gaite

El Casino de Salamanca, sito en el Palacio de Figueroa, acoge el próximo sábado 25 de febrero, a partir de las 12.00 horas, el fallo del jurado del Primer Premio internacional de cuentos 'Carmen Martín Gaite' cuyo primer premio y los dos accesit serán publicados por Hergar Ediciones. 

El jurado de esta primera edición del concurso de cuentos está formado por Ana Martín Gaite, que ejerce la presidencia, acompañada por Fernando R. Lafuente, Francisca Noguerol, Asunción Escribano y Alberto Estella. 

Durante el acto, que tendrá acceso libre hasta completar aforo, se contará con la intervención del compositor y cantautor Amancio Prada y además se proyectará un documental sobre Carmiña. 

En este concurso han podido participar escritores, tanto españoles como extranjeros, que han presentado su obra escrita en castellano con cuentos, de tema libre, deberán ser inéditos y no haber sido premiados en ningún otro concurso.
Fuente: Tribuna de Salamanca 

jueves, 5 de enero de 2017

Necesidad de una generación literaria

[Benet, que hoy habría cumplido 90 años] Murió pronto, pues, a los 66 años, que no es nada hoy en día, como murieron demasiado pronto sus compañeros (y tan amigos) Luis Martín Santos, Juan García Hortelano, Carmen Martín Gaite, Ignacio Aldecoa, Rafael Conte, Javier Pradera, Ángel González, Carlos Barral, tantos… Se dice en una sola línea, pero ese aviso colectivo de una nueva manera de entender la literatura (y la amistad) consta de muchas plumas y muy celebradas… en vida. La falta de interés que España, la literatura española, incluso la academia española, han mostrado y muestran por los literatos muertos, hace que ahora haya que ir a las librerías de viejo para encontrar noticia bibliográfica de muchos de ellos.
[...]
esa generación que arriba queda descrita como una sucesión de nombres propios ya desaparecidos (no de la memoria) ha sido fundamental para lo que vendría luego. No tenerlo en cuenta en vivir en lo más vulgar del abismo.

El País

martes, 24 de mayo de 2016

martes, 26 de abril de 2016

Nace el I Premio de Narrativa Carmen Martín Gaite

El último triunfo de los incansables 92 años de Ana María Martín Gaite tiene nombre de premio. Gracias a su impulso,este año se convoca el primer certamen de narrativa Carmen Martín Gaite, su hermana menor, la escritora que moría un 23 de julio del año 2000 y que este verano tendrá, en esa misma fecha, un escritor distinguido con su galardón.

El premio, dotado con 3.000 euros y la publicación del manuscrito en Ediciones Turpial, se concederá a una obra narrativa de ficción, escrita en español, que se haya entregado antes del 23 de junio. El fallo se dará a conocer justo un mes después en un acto que se celebrará en El Boalo (Madrid), el municipio familiar de los Martín Gaite y sede de la Fundación Carmen Martín Gaite, que encabeza la iniciativa junto con el Ayuntamiento de la localidad.

Ana María, compañera inseparable en vida de la escritora y defensora firme de su legado a su muerte, señaló ayer que su intención al impulsar este certamen literario es "recuperar a una generación, la del 50, injustamente olvidada o apartada", en la que militaban, junto a su hermana y Rafael Sánchez Ferlosio -marido de ésta durante casi dos décadas-, nombres como Jesús Fernández Santos, Alfonso Sastre o Medardo Fraile, por citar sólo a algunos de los miembros de la 'corriente madrileña' de aquel movimiento.

Ana Martín Gaite recordó precisamente que la casa familiar de El Boalo actuó como una especie de aglutinador de las dos 'familias' mayoritarias de aquella generación, la madrileña y la catalana de los Barral, Gil de Biedma y José Agustín Goytisolo. En lo que fue aquella casa se erigió hace tres años una torre con espléndidas vistas a la sierra de Guadarrama donde se conservan gran parte de las posesiones de Carmen, desde sus libros a su mesa de trabajo y la ingente cantidad de cuadernos y clasificadores que acumuló a lo largo de su vida.

La presentación del premio tuvo lugar en la sede de la Fundación Ortega y Gasset-Gregorio Marañón, heredera del espíritu de la Institución Libre de Enseñanza y del Instituto-Escuela en que estudió Ana Martín Gaite hasta que "se lo cerraron".

A su criterio, lo que diferencia a la Generación del 50 de los grandes escritores actuales (Marcos Giralt, Chirbes..., en su enumeración) es que aquélla tuvo la asombrosa habilidad de "denunciar al régimen sin enfrentarse a él" mientras que la de hoy destaca por "retratar el mundo en que vive". Conclusión: "Aquellas carencias [de libertad] excitaban la imaginación y la fantasía".

"Delibes denunció la situación del campo español; Ferlosio, la pobreza de espíritu de una época; qué decir de Aldecoa, cuyos cuentos son una maravilla. El régimen ni se enteraba de lo que pasaba, y ellos fueron -como mi hermana- quienestrajeron la democracia, paso a paso, poquito a poco. Quizá ahora la gente no es consciente de lo que costó", reflexiona Ana María.

La iniciativa del I Premio de Narrativa Carmen Martín Gaite cuenta con el respaldo de la Secretaría de Estado de Cultura, cuyo titular, José María Lassalle, considera que "la sociedad española tiene una deuda con Carmen Martín Gaite, a pesar de todos los galardones que recibió" y, en general, con toda una soberbia cosecha de literatas que incluye también a Rosa Chacel, Carmen Laforet y Ana María Matute, entre otras mujeres que, "a pesar de estar muy vivas literariamente, nunca han gozado de excesiva buena salud" en nuestros lares, en su opinión.

Lassalle atribuye ese cierto "silenciamiento" a la intervención de "los enemigos de la inteligencia" que, antes como ahora, se empeñan en ver cada novedad "como un anatema en lugar de como una bendición". La posición estética y ética Carmen Martín Gaite la sitúa el secretario de Estado en las coordenadas de una tradición liberal española que ejemplifica Melchor Rafael de Macanaz. La escritora salmantina dedicó a este pensador, político regalista y fiscal general del Consejo de Castilla con Felipe V, perseguido por la Inquisición, su libro de 1970 'El proceso de Macanaz: historia de un empapelamiento'.

El jurado del Premio Carmen Martín Gaite está compuesto por Ana María Martín Gaite, presidenta; Fernando R. Lafuente, secretario; la escritora Jenn Díaz y los periodistas Jesús Ruiz Mantilla, de 'El País', Inés Martín Rodrigo, de 'ABC', y Manuel Llorente, responsable de Cultura de EL MUNDO.

  
Fuente: El Mundo

viernes, 22 de mayo de 2015

Contra viento y marea

Quince años después de que la permanente sonrisa de Carmiña dejase de alegrar la Feria del libro madrileña, en la 74ª edición se le rinde homenaje junto a otras escritoras y escritores (Matute, Valente, Teresa de Ávila) cuya literatura resulta ya imprescindible para explicarnos, para entendernos, para vivir, en definitiva, mundos que de otro modo no podríamos habitar.
Siempre me sale al paso una bella reflexión suya de 1996 sobre el evento libresco en que su obra no faltaba puntualmente cada año. Entonces nos ofrecía Lo raro es vivir, a la vez que brindaba la posibilidad de leer en castellano Nuestros ayeres, de Natalia Ginzburg, su "amistad a través del texto". Al lado de su amigo Francisco Nieva, que publicaba su última novela, Oceánida, o de Camilo José Cela, que editaba su poesía completa en Círculo de Lectores, o de un siempre presente Antonio Gala, que firmaba La regla de tres, Martín Gaite afirmaba que:

En el carrusel de mudanzas que es el mundo, girando a un ritmo donde todo se disfraza y superpone, alivia reconocer una fiesta siempre igual a sí misma y cuando menos inocua, donde no hay más mentira que la literaria, ésa que nos ayuda a paliar la violenta realidad. Una piedra preciosa y rara, como raro es el lujo de seguir aquí contra viento y marea.

La rareza de que su pluma ya no firme ejemplares a las largas colas de lectores que aguardaban su cita anual con la autora de tantas ilusiones vertidas en las páginas de sus libros solo puede paliarse con la relectura constante y la siempre grata aparición de un nuevo volumen de su obra completa (este año el IV con parte de sus ensayos), de un libro homenaje o de cualquier recuerdo literario.


El tiempo parece el mismo cada vez que reaparece la deseada mentira en el Retiro madrileño, aunque hayan pasado veinticinco años de la creación de Sara Allen y Miss Lunatic; quince desde que la salmantina gallega que reinventó Nueva York huyera hacia la libertad; y ya casi veinte de la publicación del texto que protagonizaba Águeda Soler y que nos señalaba la única ruta verdadera para conseguir algo parecido a la felicidad, porque lo raro sigue siendo vivir. Aquel año con que comenzaba, 1996, Pérez-Reverte intensificaba el valor de una fiesta del libro afirmando que "quien me lee a mí, también lee a Gala, a Marías, a Almudena Grandes, a Carmiña... El lector no sabe de rivalidades, solo de literatura". Por eso queremos seguir leyendo. Miranfú.
© D.G.C.

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Homenaje en la Feria 2015: Un lugar llamado Carmen Martín Gaite
Presentación del volumen IV de sus Obras Completas: Ensayos I

lunes, 18 de mayo de 2015

Los ensayos de CMG conforman el volumen IV de sus Obras Completas

Tras la reunión en los dos primeros volúmenes de las novelas y en el tercero de la poesía y los relatos completos, con el añadido en cada volumen de algún texto inédito, la publicación de la obra completa de Carmen Martín Gaite continúa con un primer volumen de ensayos que incluye el Macanaz, los Usos del XVIII y la posguerra, su investigación sobre le conde de Guadalhorce y un apéndice con textos que se hallaban dispersos en publicaciones periódicas.

Espasa y Círculo de Lectores se han unido con motivo de la publicación de las Obras completas IV - Ensayos I de Carmen Martín Gaite. El primer volumen de sus ensayos. El próximo jueves 21 de mayo tendrá lugar un encuentro con medios con la intervención de Ana María Martín Gaite (hermana de la escritora), José Teruel (editor de las Obras completas de Carmen Martín Gaite), Lydia Díaz (directora editorial de Círculo de Lectores) y la historiadora Susana Sueiro Seoane (Más información).

domingo, 10 de mayo de 2015

25 años después


Dos décadas y media más tarde, Caperucita en Manhattan continúa siendo una novela igual de juvenil, igual de madura, igual de contemporánea. Tres edades ya cumplidas para permanecer en nuestra memoria como un clásico, categoría que Martín Gaite ha ganado a pulso en su brega literaria.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Un clásico de la literatura contemporánea

Un estudio realizado en cerca de 60 universidades de Estados Unidos ha constatado que la escritora salmantina Carmen Martín Gaite se ha convertido en el gran clásico de la literatura española contemporánea para lectores, profesores y alumnos de los centros superiores norteamericanos, según el Ministerio de Cultura. “El cuarto de atrás” es una novela canónica. Nadie puede doctorarse en Estados Unidos sin haberla leído, explica la catedrática de la Universidad de Delaware Joan L. Brown, que en un estudio corrobora que la autora de “Entre visillos” se encuentra a la cabeza de los programas de estudio. No sólo el mundo académico se rinde a los pies de “Carmiña”; también lo hace la crítica, incluida la del The New York Times, que celebra sin remilgos El cuarto de atrás.

Fuente

lunes, 1 de diciembre de 2014

Los cuentos de Martín Gaite en un nuevo proyecto editorial

Cuentos completos es un proyecto editorial de la diseñadora Laia Guarro. Se trata de una reinterpretación de la obra de la escritora Carmen Martín Gaite. Una colección que refleja una época de sufrimientos, incomprensión, falta de libertad, miedo a la soledad… y que se ha ido forjando a través de tres conceptos: el recuerdo, el sueño y la rutina. La utilización de telas estampadas simulando manteles, trapos, delantales… en el diseño de la portada ofrece ese carácter costumbrista característico de la obra. El proyecto refleja, por un lado, lo delicado e íntimo y, por otro, el miedo a la libertad.



El diseño ha tratado con mucho respeto las letras de Martín Gaite. «La tipografía escogida ha sido la Garamond, delicada y práctica a la vez, mientras que el texto justificado daba la sensación de encajonamiento, de falta de libertad», comenta. «El texto se ha combinado con algunas ilustraciones realizadas mediante collage de retales de telas, encajes y cintas encima de una foto de la época».

jueves, 16 de octubre de 2014

Tiempo atrás... Carmen Martín Gaite, por Rosa Montero

La credibilidad del relato estriba en que el narrador se esté creyendo lo que cuenta

Son exactamente las ocho y cuarto de la tarde cuando Carmen Martín Gaite aparece sentada tras la mesa del salón de actos del Ateneo. Y digo aparece porque el público que casi llena el primoroso y raído teatrillo no ha advertido la llegada de la escritora (tan subrepticia y tímidamente hizo su entrada), de tal modo que es de repente y entre dos parpadeos cuando la descubrimos allá arriba, como espíritu recién materializado. "Mis editores me han dejado sola ante el peligro", dice con la voz temblequeante de los arranques. Y sí, se la ve muy sola, diminuta en grises (plomizo el traje de chaqueta, plateado el pelo), perdida tras la enorme mesa de madera, aplastada por el lujo marchito de este salón de actos con vocación de teatro de postín.¿Por qué este local para la presentación? Porque "ahora mismo me estoy viendo en la biblioteca del Ateneo, donde he escrito más de la mitad de todo lo que he escrito en mi vida y que ha sido mi segunda casa, mi refugio durante más de veinte años". De cuando en cuando, Carmen hace una pausa y se agarra al vaso de agua como una náufraga de la oratoria: moja los labios, muerde quizá el cristal con dientes que castañetean un poco y saca así el aliento necesario para proseguir: "Aprovecho la ocasión para desear que el Ateneo vuelva a ser el refugio placentero que siempre fue y no un campo de batalla, lo logre quien lo logre, que en esto no voy a meterme".


lunes, 22 de septiembre de 2014

La mirada distinta de la mujer


¿Importa lo que se mira o cómo se mira? ¿Lo mirado o la mirada? En su dormitorio de la casa de la calle Doctor Esquerdo, en Madrid, la escritora Carmen Martín Gaite tenía colgadas de la pared dos fotografías, una de Greta Garbo y otra de James Dean; las había bautizado, respectivamente, “El equilibrio” y “El caos”. Eso era lo primero que veía cuando se despertaba, y a caballo entre esos dos conceptos comenzaba su andadura diaria. Somos lo que comemos, de acuerdo, pero somos sobre todo cómo miramos.

Por: 
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miércoles, 13 de agosto de 2014

El gran momento de Martín Gaite, por Santos Sanz Villanueva

Fue Martín Gaite escritora versátil, y de una precocidad grande, no sólo con poemas juveniles sino también con una prosa visionaria, la del póstumo 'Libro de la fiebre', a mil leguas del realismo que marca a su generación, a Ferlosio, a sus íntimos Ignacio Aldecoa y Josefina Rodríguez, a sus cercanos Alfonso Sastre, De Quinto o Jesús Fernández Santos. Esa prosa subjetiva y onírica (cuya difusión entorpeció Ferlosio, quién sabe si por celos) marca algo novedoso, lo que ahora, convertido casi en moda, se llama "escritura del yo", que confluye con frecuencia en sus narraciones y que adquiere una fisonomía de gran originalidad en los curiosos dietarios que llamaba 'Cuadernos de todo', mezcla de 'collages', documentos y prosas inventivas.

lunes, 11 de agosto de 2014

Emma Martinell y Adolfo Sotelo recuerdan a Martín Gaite (2011)

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