José Antonio Marina tuvo conocimiento del Lyceum Club Femenino gracias a Carmen Martín Gaite, que andaba buscando información sobre Elena Fortún, la autora de los libros infantiles de Celia. Tirando de ese hilo, coautora del ensayo La conspiración de las lectoras (Anagrama) el filósofo saca ahora a la luz las actividades de una desconocidísima asociación femenina que entre 1926 y el inicio de la guerra civil "conspiraba para adelantar el reloj de España", según la certera definición de María Teresa León, esposa de Rafael Alberti, y una de sus miembros.
El libro, "una llamada a la esperanza que se frustró", en palabras de Marina, no es solo un homenaje, también encierra una lección que invita a aprender de los errores.
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